Ir al baño, apuntar al objetivo y empezar la misión de desocupar la vejiga. De repente, sentir cómo la munición pierde fuerza o empieza a tener cortes intermitentes. Esta es una de las historias que muchas veces se omite, y se le da cero importancia por la vergüenza que genera hablar de “ahí abajo”… pero, ¿hasta dónde eso es normal?
En los hombres, a partir de los 40 años, es normal que la testosterona produzca cambios en el cuerpo, aumentando gradualmente el tamaño de la próstata.¹
Ahora bien, hablando claro, cuando la situación “ahí abajo” parece requerir un esfuerzo extra para que salga “el chorrito” o “baja sin fuerza”, estamos ante una señal inicial de la presencia de la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB).
¿Cómo reconocerla?
Quizás de camino al trabajo en el auto aparecen unas ganas urgentes, o en una reunión con amigos y tras unas bebidas de más toca correr al baño sintiendo algo de alivio, sin olvidar la presencia de algo de ardor o goteo al terminar de orinar.
Es común también que, después de orinar, aún se sienta que no se ha vaciado completamente la vejiga; o simplemente levantarse más de 3 veces por noche al baño sin lograr dormir de corrido.
En muchos casos es algo que también nota y empieza a mencionar la pareja…
Puede que esto esté pasando hace algún tiempo, pero si reconoce estos síntomas, es momento de prestarle atención, y animarse a hablar sin tabúes en una cita con un urólogo de confianza.
Las afecciones relacionadas con la próstata son muy frecuentes en los hombres y la consulta temprana puede mejorar notablemente la calidad de vida sin perder la plenitud sexual.
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¿Orinadas nocturnas, involuntarias o impotencia sexual?
Utilice estos test como una herramienta preliminar; para un diagnóstico, consulte a un profesional.
Hiperplasia prostática benigna
Si se notan cambios como levantarse a orinar en la noche, sensación de ardor o disminución en el flujo, es aconsejable probar este test.
