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Hablar de la próstata no es sólo cosa de viejos

¡Admitámoslo! Los años no llegan solos y cuando se trata de hablar de la próstata corremos más rápido que un velocista huyendo del tema. Si el mundo te trajo aquí es momento de que hablemos sin tapujos de cómo lidiar con nuestra intocable próstata.

¡Admitámoslo! Los años no llegan solos y cuando se trata de hablar de la próstata corremos más rápido que un velocista huyendo del tema. Si el mundo te trajo aquí es momento de que hablemos sin tapujos de cómo lidiar con nuestra intocable próstata.

“¿Esto por qué me va a pasar a mí?”
 
Nos aterre o no, lo que le suceda a la próstata no es solo “cosa de viejos”. Lo cierto es que los primeros cambios hormonales comienzan hacia los 40 años, cuando la parte central de la próstata empieza, gradualmente, a aumentar su tamaño.¹
Estos cambios podrían acarrear algunas molestias como resultado de posibles enfermedades de la próstata, siendo una de las más comunes la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), afección fácilmente detectable y tratable si se presta atención a los hábitos y si se tiene una conciencia de realizar chequeos médicos periódicos.
¿Cuándo se debe consultar?
La recomendación es hacer la primera consulta entre los 45 y 50 años. El urólogo hará una entrevista personal y los chequeos de rutina para evaluar la salud de forma integral. Por suerte, luego de esta primera visita, la revisión es anual.²
Ahora bien, antes de los 45 años, solo debería acudirse en caso de sentir dificultad para largar “el chorrito”, o aumento de frecuencia y urgencia en las ganas de ir al baño, o una sensación extraña de “vaciado incompleto”, si esto pasa sin temor hay que comunicarlo y reservar una cita con el urólogo lo más rápido posible.³
Para conocer un poco más sobre la Hiperplasia Prostática Benigna (HPB), puedes consultar  AQUÍ
Fuente:
Rees J, Bultitude M, Challacombe B. The management of lower urinary tract symptoms in men. BMJ. 2014;348:g3861. Abstract

¿Orinadas nocturnas, involuntarias o impotencia sexual?

Utilice estos test como una herramienta preliminar; para un diagnóstico, consulte a un profesional.

Hiperplasia prostática benigna

Si se notan cambios como levantarse a orinar en la noche, sensación de ardor o disminución en el flujo, es aconsejable probar este test.

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Ante dificultades para retener la orina o problemas de control al ir al baño, este test puede ser de utilidad.

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